El 1 de noviembre ha salido a la venta el último disco de Jamiroquai, titulado Rock Dust Light Star. Un disco en el que bebe de diferentes estilos musicales, pero sin dejar de lado al mejor funk que hay actualmente.
El grupo está formado por Jay Kay, cantante y cabeza visible del grupo, Derrick McKenzie en la batería, Rob Harris con la guitarra, Sola Akingbola para el resto de percusión, Matt Johnson al piano y un grandísimo Paul Turner con el bajo, lo que hace Paul es algo sencillamente impresionante, sería una de las razones por las que trataría de aprender a tocar el bajo.
Personalmente, a mí me ha costado sacarle el jugo, escuchándolo bastantes (como 10 o 15) veces de principio a fin, pero esto tiene su recompensa: un disco a la altura de lo que Jamiroquai nos tenía acostumbrados.
Comienza con la canción que da título al disco: Rock Dust Light Star. Una canción con toques funk bastante guitarrera, aunque la melodía la lleva el bajo y la voz de Kay. También destacan los breaks del batería entre las secciones más suaves y las movidas.
White Knuckle Ride es la siguiente del disco. Esta es uno de los singles de este disco. Una grandísima canción, que nos está entre el funk original y la música moderna con ligeros toques de electrónica muy bien escogidos y que armonizan a la perfección con la melodía del bajista. El videoclip nos enseña 2 pasiones de Jay Kay: los coches deportivos (con un impresionante Porsche 911 Carrera RS) y los helicópteros (un Robinson R44 Raven pilotado por Jay y con matriculación personalizada G-JKAY).
Smoke And Mirrors es la 3ª canción. Funk con toques de soul, con los coros, el bajista y la batería. Una de las mejores del disco.
All Good In The Hood comienza con un delicioso bajo marcando el ritmo junto a la batería. Aquí el bajista se sale. Tiene toques de guitarra y de electrónica que me recuerdan a su anterior disco “A Funk Oddysey”. Personalmente esta canción me pone una sonrisa en la cara y me deja de buen humor. Yo hubiera puesto esta canción cerrando el disco, es como si nos dijera “podemos estar tranquilos, todo va bien” y más con ese final progresivo que tiene.
La 5ª canción se titula Hurtin’, por desgracia hace que baje el nivel del disco, una melodía de guitarra repetida hasta la saciedad, junto con un Kay con voz desganada. De este corte casi el único que se salva es Derrick McKenzie y su batería.
Blue Skies es una balada llevada por el piano y ayudada por el bajo, mientras los demás instrumentos se van uniendo, incluyendo los violines. Está por encima de Hurtin’ pero no es algo a lo que nos tengan acostumbrados Jamiroquai. Puede llegar a ser aburrida, y no entiendo como la han elegido como 2º single del disco.
Lifeline trata de mantener el nivel del disco. Mucho piano repetitivo, violines y trompetas. Una canción cuya mejor parte son los breaks de los estribillos.
She’s A Fast Persuader me recuerda ligeramente a Cosmic Girl, pero por debajo de esta (Cosmic Girl es una de sus mejores canciones de todos los tiempos). Aquí entra un poco más de sonidos electrónicos futuristas, aunque el bajo sigue siendo sublime. Esta canción retoma el buen camino y contribuye a mantener bien alto el nivel, animando a moverse al ritmo. El dúo que forman al final Paul Turner y la percusión es para nota.
Two Completely Different Things es otra de las canciones buenas del disco, hace que inconscientemente muevas los pies al ritmo de la música.
Goodbye To My Dancer es la 10ª canción del disco. Aquí tiran un poco más hacia el reggae, con una guitarra llevando la melodía principal, mientras el bajo acompaña por debajo.
Never Gonna Be Another es otra balada lenta pero no tan empalagosa como Blue Skies. Sería una buena canción para ponerla a un volumen bajo y relajarse con las luces atenuadas, o para compartir un baile lento.
Con Hey Floyd llegamos al final del disco. Más reggae, mucho más acentuado en la mitad de la canción; con una percusión “made in Sola Akingbola” muy buena, a la que se va uniendo el bajo, la voz y el piano poco a poco, hasta que estallan los demás instrumentos para dar comienzo a la verdadera canción.
Hasta aquí llega el disco normal. Ahora entramos en las canciones que sólo trae la versión deluxe. Trae la versión acústica de All Good In The Hood, remixes de White Knuckle Ride y Blue Skies, la grabación en vivo de Rock Dust Light Star y 2 canciones extra: Angeline y Hang It Over.
Angeline es una canción que me ha cautivado. Merecería estar en el disco y no sólo en la edición Deluxe. En esta canción se unen alrededor de la melodía del bajo todos los instrumentos, creando una canción irresistible. Es de las canciones que más he escuchado desde que tengo el disco en el iPod.
Hang It Over es todo lo contrario que su compañera. Mucho más basta, un comienzo arrollador en el mal sentido, que se rebaja un poco en los párrafos, pero que es muy complicada de escuchar, teniendo hasta toques del jazz de los años 20 hacia la mitad.
Es un disco que hay que “domar”, al principio, excepto White Knuckle Ride (y Angeline en la edición Deluxe), es complicado de escuchar. Yo lo que he hecho es irlo escuchando en el coche una y otra vez mientras conducía y así he logrado sacar lo bueno de este disco, e incluso se queda al nivel de algunos de los mejores discos de Jamiroquai.
Espero que les guste.
Saludos
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