lunes, 24 de enero de 2011

Aerotranstorno

Hoy voy a hablar de una de mis mayores pasiones: los aviones.
La mayoría de los aficionados a la aviación "sufrimos" (con gusto para nosotros y disgusto para los que nos rodean) de aerotranstorno. Como decían en Vista, Suerte y al Toro en ésta entrada, esta "enfermedad" se divide en varios estadios, más concretamente en 7. Copio de la entrada de VST:

"Esta patología tiene varias fases o estadios. Los más afortunados consiguen hacer de este enfermedad su modo de vida, pasando a formar parte de la subfamilia llamada Ejército del Aire.

A continuación pasamos a describir brevemente las fases que atraviesa un enfermo en caso de no haber conseguido acceder al Ejército del Aire:

Estadio 1: Curiosidad por la Aviación. El afectado gira la mirada buscando una aeronave justo en el momento en el que percibe el ruido del motor. Este sentimiento se evapora cuando la aeronave desaparece.

Estadio 2: Atracción por la Aviación. Se acompaña con compras de revistas, visitas de blogs y webs de internet, etc. A diferencia del Estadio 1, la atracción “persigue” al afectado incluso dentro de su hogar, sin contacto directo con las aeronaves. Suele ser habitual que el enfermo confunda ruidos habituales de su ecosistema con los ruidos generados por un avión, provocando escenas de histeria en las que el afectado salta como una bala del sofá para dirigirse a la ventana en busca del avión y descubrir, varios segundos después, que el ruido no está originado por una turbina, en realidad procede del vecino de arriba, que está pasando el aspirador.

Estadio 3A: En este nivel el afectado comienza a buscar a otros enfermos con síntomas parecidos al suyo, entrando en la fase gregaria de la enfermedad. Las nuevas tecnologías como internet han permitido a muchos de los afectados unirse y conocerse, desencadenando reacciones en cadena que desembocan en un agravamiento de la patología, produciéndose un salto rapidísimo al Estadio 4. También se percibe en esta fase una atracción por los componentes de la subfamilia Ejército del Aire. El afectado intenta, por todos los medios, llegar a charlar, conocer, etc. a cualquier miembro de dicho colectivo.

Estadio 3B: Los afectados por este nivel acompañan los síntomas del 3A con una irrefrenable atracción por la simulación de vuelo por ordenador.

Estadio 4A: El afectado se desplaza por la geografía ibérica buscando eventos, reuniones, exhibiciones, etc. relacionadas con la Aviación, conociéndose casos en los que el afectado ha salido de la península. Además, aparece el llamado Síndrome de Diógenes Aeronáutico, en el que el enfermo siente la extraña necesidad de llevar a su hogar cualquier pieza que haya pertenecido a una aeronave. Ebay se ha constituido como gran desencadenante en el incremento de afectados pertenecientes a este nivel.

Estadio 4B: El afectado acompaña los síntomas del 4A, con la adquisición de los últimos “gadgets” asociados a la simulación de vuelo por ordenador (trackir, cougar, CH, etc.). Además, el enfermo se reúne periódicamente con otros afectados a través de foros, cursos, ferias, etc. En esta fase llegan a producirse los llamados “delirium volantis” en los que los afectados, reunidos física o virtualmente, imaginan que vuelan juntos y realizan las mismas misiones que llevan a cabo los miembros de la subfamilia Ejército del Aire.

Estadio 5: El afectado comienza a notar tiranteces familiares. La familia protesta por el espacio físico que ocupan todos los objetos relacionados con esta patología (libros, dvd, cascos, gadgets, etc.). Algunos de los casos más graves han llegado a montar la cabina de un avión en casa para así poder llevar a cabo los “delirium volantis” con mayor realismo si cabe. También se han documentado casos de enfermos que han sido vistos llevando chaquetas de vuelo.

Estadio 6: El enfermo consulta el BOE buscando alguna plaza de Reservista Voluntario que le permita formar parte de la subfamilia Ejército del Aire.

Estadio 7: En este nivel el afectado es irrecuperable, ha perdido completamente la noción de lo que le rodea. Todo lo material pasa a un segundo plano. No importan los cascos, ni los gadgets, ni los libros. Se llega a una fase de aceptación de la enfermedad. El paciente lee VST todas las tardes al llegar del trabajo (o incluso a escondidas en la oficina), se alegra cuando hay una entrada nueva, se apena cuando ve un F-4 usado como blanco en Bardenas, se llena de tristeza cuando tres chicos caen cumpliendo su trabajo."


Yo personalmente estoy en el estadio 3 con algunas cosas del 4 y 5, ya que cuando hay una exhibición cerca de aqui intento ir, además de tener un joystick Saitek X52 (la cara de mis padres cuando lo vieron fué un poema) e intentar de vez en cuando volar en IVAO. También causa problemas la cantidad de libros, maquetas y cosas de aviación que tengo tanto en mi habitación como en la buhardilla. Aunque eso sí, yo he aceptado que soy un aerotranstornado.

Además en todas las estanterías que tengo (unas 12 baldas) hay algo relacionado con la aeronáutica, una de ellas está llena de maquetas de aviones militares, en otra tengo los modelos de metal que fui coleccionando con unos fascículos, en otras libros, cartas de vuelo, cd's y dvd's con información... y las paredes no se quedan atrás: llenas de posters de aviones y en una de ellas un mapa de vuelo VFR de España (mide como metro y pico cada lado).

Pero hay una cosa que me apena, el no poder tocar un avión en estos momentos. Como piloto no puedo: militar lo tengo cerrado por la miopía y como civil por el dineral que cuesta, y como mecánico aún sigo buscando trabajo. La verdad es que lo echo de menos. Mucho. Me doy cuenta cada vez que veo un video de un avión, aunque sea grabado desde la cabina de pasajeros y sólo se vea un ala. Pero ver trabajar esas máquinas me encanta. Es algo que no puedo evitar.

A lo largo de mis 23 años sólo he volado 4 veces: ida y vuelta a Tenerife y a Londres. El viaje a Tenerife me enteré algo menos pero a la vuelta pude entrar a la cabina y babear (no hay otra palabra). A Londres... bueno, yo babeaba ya al entrar en Barajas, tanto por ir a volar como por salir de España por primera vez. Acababa de terminar el primer curso de Mantenimiento Aeromecánico y por fin sabía como iba todo aquello. Sabía como se montaban las cosas que veía, como funcionaban las puertas, donde estaba todo. Sólo me faltó poder entrar a la cabina, me hubiera puesto a charlar con los pilotos.

Pero ahora hay que centrarse en la universidad, al menos hasta que consiga un trabajo relacionado con esto, pero cada vez que paso cerca de Barajas o Torrejón seguiré quedandome mirando al cielo con la boca abierta como un niño mirando los aviones que pasan y emocionandome. Por lo pronto mis amigos me han regalado un vuelo en planeador por mi cumpleaños, ahí será el summum del aerotranstorno.

Espero que más adelante pueda cumplir mi sueño de trabajar en algo relacionado con los aviones, preferentemente como piloto, pero me conformo con ser mecánico, al menos por ahora.

Saludos aerotranstornados!

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