martes, 16 de febrero de 2010

McDonnell Douglas RF-4E Phantom II

Esta maqueta fué un encargo de la única compañera que tenemos en clase. La llevé un libro de aviones y la dije que me eligiera varios, los que más le gustaran.

Uno de ellos era el Phantom. Pues bien, antes de las Navidades, me pasé por una tienda de maquetas y encontré éste kit de Revell a 1/72 de un RF-4E de la Luftwaffe con la decoración del TigerMeet de 1985, en la Base Aérea de Kleine Brogel, en Bélgica.

El RF-4E Phantom II es un avión de reconocimiento táctico, con 4 cámaras en la parte inferior del morro: una hacia abajo y delante, otra hacia abajo y una a cada lado oblicuamente. También podia montar pods de reconocimiento en los pylons de las alas y fuselaje, así como depósitos de combustible, y misiles AIM-9 Sidewinder para autodefensa.

El avión fué usado por muchas fuerzas aéreas, aunque los RF-4E de la Luftwaffe tienen una vida un poco más larga, ya que, cuando fueron dados de baja en la Fuerza Aérea Alemana, fueron vendidos a la Fuerza Aérea Griega.

El avión que representa la maqueta es el 35+76, encuadrado dentro del Aufklärungsgeschwader 52 (AG 52) (en castellano: Ala de Reconocimiento Táctico 52). Estaba basada en la Base Aérea de Leck, al norte de Alemania.
La maqueta venía moldeada en un plástico verde, que hizo que determinados colores claros tuvieran que ser dados en varias manos. Otra cosa que me extrañó, fué que muchas de las piezas venían con rebabas, en algunos casos muy grandes. Por ahora es la primera maqueta de Revell que me pasa eso, yo lo achaco a que el molde es antiguo y que las técnicas de moldeo han ido mejorando a lo largo del tiempo. Yo siempre utilizo pinturas de Tamiya, las acrílicas, más fáciles de manejar.

El primer paso fué pintar las partes del fuselaje, alas, morro, y estabilizadores con aerógrafo con el X-18, para poner el color de base de la maqueta, un negro satinado. Tras eso, fuí pintando pieza por pieza hasta terminar.

Durante el montaje lo que más problemas me dió fueron los estabilizadores horizontales, que no se mantenían en su sitio, por lo que tuve que hacer un apaño, sujetandolos con celo a la deriva hasta que el pegamento secase.

Una vez terminado el montaje, puse las calcas. Pensaba que al ser tan grandes me iban a dar problemas, pero todo lo contrario, tan solo tuve que esperar ligeramente más a que se pudieran mover en el papel y se colocan muy facilmente. Durante la colocación de las calcas tuve que volver a pegar una de las patas del tren principal, que se habia despegado ligeramente.

El resultado es el de las fotos:

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